El pasado viernes de enero se disputó, el que esperamos que acabe siendo tradicional, partido de Reyes entre los familiares de las jugadoras y los entrenadores, donde nuevamente la gente disfrutó de una gran tarde de baloncesto.
Aunque los entrenadores dominaban en el juego desde el principio, la magia de los Reyes Magos y la inspiración de Laurita Molina, que llevaba el acta del partido (habrá que preguntarle a los padres por las notas de la niña en matemáticas), provocó que el marcador se mantuviera igualado hasta el final del partido, para que los padres, a pesar de meter muchas menos canastas que los entrenadores, acabaran ganando, según el acta, por 48-52.