Aunque los entrenadores dominaban en el juego desde el principio, la magia de los Reyes Magos y la inspiración de Laurita Molina, que llevaba el acta del partido (habrá que preguntarle a los padres por las notas de la niña en matemáticas), provocó que el marcador se mantuviera igualado hasta el final del partido, para que los padres, a pesar de meter muchas menos canastas que los entrenadores, acabaran ganando, según el acta, por 48-52.
El encuentro fue para verlo, ambos equipos se mostraron muy deportivos y dieron grandes muestras de aprecio y respeto por sus rivales, con sus miembros repartiéndose, mutuamente, caricias, abrazos,... Además también su pudo ver alguna que otra buena jugada por parte de ambos equipos demostrándose que algunos no son tan malos como dicen (hay gente que apunta maneras, aunque puede que los pillemos un poco tarde ya para federarlos).
En definitiva, fue una tarde de disfrute en la que, por una vez, las que animaban eran las niñas y los que corrían eran los padres y los entrenadores, porque como se suele decir, una vez al año no hace daño, aunque mejor eso no se lo digamos a Carlitos que, como quería una muleta como regalo de reyes, tuvo la brillante y valiente idea de pasar con el balón entre dos padres, con su consiguiente esguince de tobillo. ¡¡¡Recuperate pronto Carlos!!!
Por último, aprovechando el día que es, deseamos que los Reyes Magos hayan sido generosos con todos y que disfrutéis de estos dos días que nos quedan de vacaciones.
¡¡¡Feliz día de Reyes!!!
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